Estoy segura que los alemanes tienen una palabra para nombrar el placer de leer a alguien muy inteligente, y bajo esa sección imaginaria debería ir este libro. “Bajo el signo de Saturno” es una compilación de ensayos sobre escritores –Paul Goodman, Antonin Artaud, Walter Benjamin, Roland Barthes, Elías Canetti– y cineastas –Leni Riefenstahl y Hans-Jürgen Syberberg–. Al comenzar la lectura pensaba que Sontag era como un bulldozer del pensamiento (una no es culpable de las imágenes anti-poéticas que se le vienen a la mente, ¿o sí?), pero a medida que avanzaba me di cuenta que no, que en realidad es algo mucho más sutil y profundo. Diría que es una increíble tejedora, de esas dignas de mitos griegos; toma hilos de ideas de las orillas más disímiles y de lógicas opuestas y los teje con paciencia para mostrar una imagen bella y deslumbrante al final. Mi segundo ensayo favorito es el de Canetti: es una carta de amor de alguien que quiere conocerlo todo (Sontag estudió un doctorado en filosofía en Harvard, escribió novelas, cuentos, ensayos, fue profesora, guionista de cine y directora de teatro) a otro cuya ambición declarada era la misma. Mi texto favorito es el dedicado a Artaud: es increíblemente conmovedor, pues muestra cómo la locura, un rasgo que el cliché adosa a los “genios”, verdaderamente torturaba a Artaud, un radical que estaba empeñado en que el arte fuera la vida, no un artificio para distraernos sin involucrarnos hasta las entrañas. Y “la locura es la conclusión lógica del compromiso con la individualidad cuando tal compromiso se lleva lo bastante lejos”… Sontag es deliciosamente Apolínea y racional, pero escribe de los locos –de El Loco– con la pasión y la envidia furiosa del que nunca podrá renunciar a la razón.
Bajo el signo de Saturno
Actualizado: 19 oct 2020
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